Durante mis más de tres años de presidencia en la CONCAPA, procuré siempre informar al máximo detalle posible de todas mis actividades. Fui teniendo la prevención de trasladar mi agenda a un informe que puntualmente rendía en cada una de las reuniones del Consejo Confederal y Asamblea General.

Estos informes, en sus apartados más significativos, eran explicados en las reuniones citadas. Además di instrucciones exactas para que se adjuntaran a las actas correspondientes. Por esta razón, quizá estén en el archivo de actas de la organización, aunque a este respecto soy bastante escéptico.

Todo lo que hice en la CONCAPA
Sin la colaboración eficaz y generosa de algunas personas no hubiéramos podido llevar adelante la ingente actividad que se desarrolló.

En ninguno de los órganos participativos de los que he sido miembro, y he formado parte de unos cuantos, se ha rendido una información tan completa de las gestiones realizadas por la directiva correspondiente. Me parecía que se trataba de un derecho de todos los miembros de la organización, pero también un deber mío que podía tener el efecto de motivar a otras personas para que se involucraran además de favorecer la posibilidad de relevarme en cualquier momento.

Con ligereas modificaciones, que intentan clarificar la compresión de la memoria, se trascribe aquí la relación de las actividades que cada uno de los días fui desarrollando. En todas las que aquí se relatan la iniciativa fue mía; y fui yo quien, en la mayoría de las ocasiones iba arrastrando el quehacer cotidiano de la CONCAPA. Si bien es cierto que, sin la colaboración eficaz y generosa de algunas personas no hubiéramos podido llevar adelante la ingente actividad que se desarrolló.

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