La Federación CONCAPA Navarra
Conferencia de Santiago Arellano

De la Federación Católica de Padres de Navarra formo parte en dos ocasiones bien diferentes. La primera, comienza en mayo de 1997, momento en el que soy elegido por la asamblea para formar parte de la junta directiva y designado por ésta para desempeñar el cargo de tesorero. Desde el primer momento estuve dispuesto a participar en todo aquello que iba surgiendo: reuniones con dirigentes de organizaciones afines, entrevistas con autoridades, asistencia a congresos o a eventos que organizaban otras federaciones próximas a la de Navarra, ruedas de prensa, presentación de ponentes, etc. La disposición que yo mostraba hacia la tarea que había que llevar a cabo en la federación era mucho mayor que la de otros miembros de la junta directiva, por lo cual el entonces presidente, José Javier Munárriz, se apoyaba continuamente en mí.

Mi experiencia como tesorero durante los dos primeros años me permitió un conocimiento exhaustivo de las actividades que se realizaban y de las posibilidades que existían. Como tesorero, yo era el que realizaba la solicitud de subvenciones y el que preparaba el cobro de recibos a los colegios. En otros casos, estos cometidos los suele realizar una persona asalariada; sin embargo, yo tenía interés en realizarlos personalmente. Debo decir que la contabilidad dejó de llevarse en un sencillo libro de caja, en el que se reflejaban las entradas y salidas, para hacerse de manera informatizada. No era un sistema complejo pero es con el que se ha llevado la contabilidad durante bastantes años. Las federaciones, normalmente, no están obligadas a llevar el plan general de contabilidad. Todos los meses la junta directiva recibía una relación de los ingresos y gatos que se habían producido, figurando también el saldo del que se disponía en ese momento. La información era puntual y exhaustiva. Creo que así debe ser, aunque no siempre se lleve a cabo; y el lector interesado debe saber que los miembros de una junta directiva tienen derecho a conocer puntualmente esta información.

Cuando José Javier Munárriz tuvo que abandonar la presidencia por dejar de tener hijos en edad escolar, se debía designar a un nuevo presidente. Yo jamás me presenté, fue la propia junta directiva la que me pidió que fuera presidente. Debo aclarar también que no se trataba de tres o cuatro amiguetes míos, era una junta cubierta prácticamente al completo. No obstante, mi compromiso para ejercer la presidencia quise renovarlo al año siguiente, volviéndoles a pedir que manifestaran su aceptación para que yo siguiera ejerciendo el cargo. De ninguna manera quería caer en el exceso de protagonismo

La Federación CONCAPA Navarra
Entrega de premios en la Fiesta de la Familia con varios concejales del Ayuntamiento de Pamplona, su alcaldesa Yolanda Barcina y el Delegado Diocesano de Enseñanza, Javier Segura

Durante mi gestión como presidente de la federación de Navarra, en esta primera etapa, debo resaltar las siguientes acciones:

  • Se procuró visitar todas las juntas directivas de las asociaciones federadas, con un triple objetivo: que nos conocieran personalmente, que supieran qué actividad desempeñaba la federación y conseguir candidatos para la junta directiva de la propia federación. Siempre fui acompañado por algún otro miembro de la junta y quedaron muy poquitas asociaciones por visitar.
  • Se puso en marcha un cursillo de dirigentes de asociaciones de padres.
  • Se consiguió la concertación para que los colegios de iniciativa privada pudieran impartir 1º y 2º de bachillerato sin coste para los padres, siendo Navarra la primera comunidad autónoma en conseguirlo. Desde luego que este logro no fue mérito exclusivo de aquel equipo directivo; sin embargo, nunca el Gobierno de Navarra, sustentado por Unión del Pueblo Navarro, hubiera acometido por sí sólo aquella concertación. Sin nuestra defensa y presión mediática la concertación del bachillerato hubiera supuesto para UPN un desgaste político mucho mayor del que sufrió.
  • Se regularizó la situación laboral de la secretaria técnica, que hasta aquel momento trabajaba de manera habitual sin estar reconocida legalmente.
  • Aumentó la financiación en un 22.7 %, ya fuera por incremento de las subvenciones, por una adecuada gestión de otros medios de financiación o por la regularización de impagados en el cobro de cuotas a las asociaciones de padres federadas. Durante el tiempo que yo fui miembro de la junta directiva de la federación no se incrementaron las cuotas de las asociaciones.
  • Se organizó el primer encuentro familia - escuela, que dura hasta nuestros días, junto con la asociación Acción Familiar y el equipo pedagógico ÁGORA. Aquellas primeras jornadas tuvieron un gran éxito, tanto de asistencia como de repercusión en los medios de comunicación
  • Se activó en la federación un nuevo órgano llamado "Consejo Federal".
  • Al margen de estas cuestiones concretas, intentamos reanudar y cultivar el contacto con todo tipo de instituciones sociales y partidos políticos, aunque hubieran manifestado alguna reticencia hacia nuestra organización como, por ejemplo, el Partido Socialista de Navarra. Los medios de comunicación empezaron a hacerse eco regularmente de nuestras notas de prensa. La demanda para que asistiéramos a los diferentes programas de radio o televisión empezó a ser continua. En más de una ocasión llegamos a aparecer en la portada del Diario de Navarra.

En febrero de 2001 soy elegido, por la asamblea general de la Confederación, Presidente Nacional de CONCAPA. El 5 de marzo soy nombrado para este cargo por la comisión permanente de la Conferencia Episcopal Española. Por esta razón dejo el cargo que tenía en Navarra.

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